Eventos como
el concluido este viernes que reunió a unas 10.000 personas entre deportistas
recreativos, familiares y acompañantes de los deportistas, organizado por la Cooperativa de
Trabajadores de Cundinamarca –Cootradecun- en los tradicionales juegos anuales
que celebra esta organización laboral, dejó muy satisfechos a numerosos
pequeños y grandes hoteleros y empresarios que vieron incrementados sus
ingresos por concepto de ocupación y ventas durante esta semana.
Desde el
lunes festivo arrancó la presencia de los deportistas y durante toda la semana
se pudo apreciar las hordas de visitantes abarrotando hoteles, centros
comerciales, heladerías, cafeterías, fuentes de soda, panaderías y
restaurantes. También los parqueaderos, bombas de gasolina, bancos entre otras
organizaciones empresariales estuvieron atestados de visitantes y clientes. El
flujo circulante se notó en casi todos los establecimientos comerciales que
hicieron derroche de atención a sus ilustres visitantes y la activación
económica permitió altos volúmenes de rotación de inventarios y un beneficio
colectivo de quienes intervienen en las actividades del aparato productivo
local.
A pesar del
riego que ha significado el incremento de la inseguridad en la ciudad, la Policía nacional ejecutó
un plan que le permitió controlar la mayor cantidad de actos delincuenciales y
los visitantes se sintieron muy tranquilos por la presencia policial en las
vías de la ciudad. Se reportaron algunos actos de inseguridad en el sector del
coliseo deportivo del Kennedy, cometidos por delincuentes infantiles, pero el
asunto no paso a mayores y en materia de seguridad la ciudadanía vio con
complacencia la respuesta policial luego del asalto en el cual se comprometió
la seguridad de la señora Zulma Amorteguí y uno de sus hijos quienes resultaron
heridos luego de una acción delincuencial perpetrada por dos hampones oriundos
de Girardot, acción que providencialmente fue controlada por la Policía que dio de baja a
uno de los antisociales y encarceló al otro, con esta respuesta envió un
mensaje a la delincuencia donde quedaba claro que cualquier conato de
inseguridad sería reprimido duramente, con una respuesta vigorosa, ante la
oleada de raponazos, atracos y fleteo registrada por estos día de festividades
de mitad de año y durante los últimos días.
Sin embargo
hay el punto negro que durante estos seis meses ha sido la constante en
Girardot, una ciudad sucia, mal presentada, con unas zonas verdes y espacios
públicos atestados de mugre y basura, con la presencia de un grueso numero de
habitantes de la calle en los pocos parques que tiene la ciudad en su zona
central, y todo esto nacido de la falta de visión de quienes vienen ejecutando
la gestión gubernamental e igualmente por la carencia absoluta de cultura
ciudadana por parte de empresarios y vecinos que sin ninguna distinción se
esmeran en arrojar todo tipo de desechos en las vías públicas.
Este aspecto
naturalmente puede estar detallando falta de autoridad en quienes tienen la
responsabilidad de administrar la ciudad. Y esa falta de autoridad queda
patente cuando el alcalde Escobar sacó un decreto mediante el cual prohíbe el
parqueo de vehículos en una extensa zona céntrica y desde que se puso en marcha
el mentado acto administrativo las vías viven atestadas de vehículos de todo
tipo y en ocasiones los funcionarios de transito municipal y de la
concesionaria Identificar “hacen” la pantomima de recoger algunos vehículos
ojala que tengan placas de otras ciudades del país. Pero los propietarios de
los vehículos de siempre permanecen en estas zonas obstruyendo cualquier acción
encaminada a mejorar la movilidad. Esa misma falta de autoridad se expresa en
la constante violación de la norma que prohíbe el cruce con semáforo en rojo y
rara vez se presenta una sanción por este motivo, cuando los pocos conductores
que cumplen las normas al pie de la letra ven impávidos como todos los demás
pasan sin ningún respeto por esta norma.
Que bueno
sería que el imberbe alcalde Escobar fijara todos sus esfuerzos en mejorar la
imagen de nuestra ciudad en los aspectos que pueden parecer subjetivos, pero
que son la mayor oportunidad para el desarrollo económico de nuestra ciudad,
para la generación de empleo, para mejorar nuestra posición en el mercado
oferente de servicios turísticos y desde luego para darle un aire de verdadero
auge a nuestro poco ponderado sector turístico.
Celebrar
eventos como el desarrollado por Cootradecun, no es por el azar, sino es el
resultado del trabajo de muchos años de esta organización y su agrado por
hacerlos en Girardot se debe a las ventajas que nuestra ciudad les ofrece. Pero
hay muchas organizaciones en el país que realizan este tipo de encuentros y
siempre están a la búsqueda de ciudades donde se puedan realizar sus
actividades con todas las comodidades, con el acceso a los escenarios
deportivos de magnitud como los nuestros y a los precios que se consiguen en
Girardot.
Por eso el
gobierno que dirige el señor Escobar debe enfocarse en obtener la presencia de
muchas organizaciones de estas características para ejerciten sus encuentros de
cualquier naturaleza en Girardot. Baste recordar tiempos ya idos cuando la
ciudad era un centro de convenciones de organismos, asociaciones y empresas de
todo tipo y en diferentes épocas del año. Pero para lograrlo debe darle forma a
una entidad que desde el municipio lidere estos procesos y de paso designar a
personas idóneas para poner a funcionar el proceso.
Colofón: Si el alcalde Escobar o algunos de sus
funcionarios quieren o desean obtener el respaldo popular para ocupar mayores
retos y compromisos de más alta responsabilidad deben mostrar capacidad,
seriedad, rigurosidad y liderazgo, si se quedan pensando que no hacer nada y no
asumir ningún reto con seriedad les dará imagen de “buenas personas” pues esto
no es suficiente para obtener el favor popular a acciones que solo van en
detrimento de una comunidad. Es cierto que los electores por sus necesidades y
pobreza se dejan llevar a votar por propuestas que no cumplen con las
expectativas de una sociedad, pero las mayorías están comprendiendo el poder
que cada ciudadano tiene cuando va a votar.