Por eso son muchas las
fallas que vemos en la gestión pública encaminada al ejercicio de gobierno y la
ciudad se encuentra ausente de dolientes y su problemática por más sencilla que
sea no presenta soluciones a la vista, desaseo en las calles, falta de orden y
disciplina en la movilidad, ocupación descontrolada del espacio público,
oscuridad, inseguridad, son algunos de los lunares que no ha podido descifrar
el Alcalde de Girardot.
Son muchos y cuantiosos los
proyectos que el Alcalde publicita diariamente, pero apenas son eso proyectos,
que los buses escolares, que las ambulancias, que la máquina de bomberos, es
decir, cualquier desprevenido pensaría que tenemos una joya en gestión pública,
además con un comité de aplausos encabezados por todos los seudo-periodistas que
se encargan de decirle a la opinión pública que jamás Girardot había tenido tal
cantidad de actividad para lograr un nivel de desarrollo que la catapultará
hacia la cima del éxito. Eso suena un poco a la publicidad reiterada sobre las
bondades del gobierno Uribe que después se desinflo como la espuma. Pero cuál
es el talón de Aquiles de Diego Escobar Alcalde de Girardot. Pero que le
ocultan a esa misma opinión pública que jamás Girardot se había encontrado
atravesando una situación de caos y desorden como el que existe actualmente.
Primero: La ciudad presenta un
lamentable deterioro desde la perspectiva de aseo, orden, seguridad,
presentación y seguridad. Las principales y más céntricas calles, se encuentran
abarrotadas de basuras, desperdicios por todas partes, los gallinazos ocupan
extensas zonas en pleno centro de la ciudad. La carrera 14 es la más clara
muestra de la falta de gobierno y no se le puede achacar toda la responsabilidad
a las empresas de aseo, que hacen su trabajo, pero precisamente la falta de
educación de los ciudadanos y la ausencia de alguien que representa a la
autoridad son los factores que influyen en este despropósito, mugre, mugre y
más mugre. Que horroroso es el paseo por la avenida del ferrocarril, bolsas de
basura, escombros, residuos de quemas en fin una vía con una pésima presentación
y de quien es la responsabilidad, de nada menos que del Alcalde que no da
instrucciones para resolver este problema. ¿Y porque debe dar instrucciones?
Porque sencillamente sus funcionarios son un lujo de ejecutivos de escritorio y
no dan cuenta de estos pequeños, pero protuberante problemas que van en contra
de una ciudad que cada vez se ve más destinada al abandono. ¿O será que el
muñeco que colocaron sobre el transbordo servirá para paliar en algo este
lunar?.
Otro de los puntos negros, es
el mal uso de las vías públicas que se la tomaron los conductores de carros y
motos y que le quitaron toda opción al peatón. Los discapacitados no pueden ni
siquiera ingresar al palacio municipal, porque motos y carros les impide el
acceso a las rampas de uso exclusivo para las sillas de ruedas. Y si es en las
propias barbas del Alcalde, como será en las vías más céntricas de la ciudad.
Totalmente copadas por carros y motos y la autoridad de Transito se hace la de
la vista gorda. Pero además los conductores de todo tipo de vehículos no acatan
las señales de tránsito, se vuelan semáforos en rojo, se estacionan junto a las
señales de prohibido parquear, las motos transitan por las zonas peatonales,
empezando por los “tombos” que son
los que más violan esta prohibición y no precisamente cuando están cumpliendo
una misión de seguridad, sino precisamente cuando salen a hacer sus quehaceres particulares,
a veces vistiendo sus uniformes.
Pero un problema que se le está
saliendo de las manos, es el de la ocupación de espacio público, para nadie es
un secreto que todos necesitamos trabajar, pero estoy absolutamente convencido
que si yo monto una modesta ventica de refrescos en la calle, tendré una horda
de caníbales del espacio público, de la Cámara de Comercio, de la Secretaría de
Hacienda, de la Secretaría de Salud, y
de todo tipo de dependencias públicas pidiendo “licencias, declaraciones, patentes” o mínimo coimas, para no
aplicarme la ley. Pero los vendedores de pizzas del Parque Gaitán, vendedores
de todo tipo de comestibles en malas condiciones de higiene, limonadas,
salpicones elaborados con frutas recogidas de la basura y servidos en acuarios
con altos niveles de carga bacteriana, no son mirados por estos “entes” de inspección y vigilancia. El
problema de negocios en el espacio público, al señor Escobar, lo está amenazando
como cuando se inició el problema del “motoratonismo”,
que empezó uno muy decente y luego otro con bajo perfil y las actuales
generaciones tienen como fin en la vida “ser
motoratones”. Y hoy hay gente de todo pelambre metida en este negocio.
El gobierno del espacio público
se le salió de las manos al burgomaestre y el y solo el, será el responsable de
los problemas que en el futuro se deban manejar por dejar crecer este
floreciente negocio de apropiarse del espacio público por parte de los particulares
y el Señor Procurador Provincial, hace como el avestruz, entierra su cabecita y
no se da por enterado de tamaño problema. El ministerio público en manos de
quienes hoy ostentan esa institucionalidad, vienen incurriendo en prácticas de
comodidad y para gozar de esa comodidad, sus omisiones son plenamente
identificables.
Son muchas y nos haríamos interminables
por ahora enumerando todos los lunares de la administración municipal de Girardot,
que nos permiten concluir que el Alcalde Diego Escobar, está absolutamente
convencido de que los girardoteños lo eligieron fue para Jefe de Proyectos y no
para gobernar a esta ciudad y con su actitud permisiva y omisiva está dejando
que la ciudad se le salga de las manos lo que seguramente va a dar al traste
con todo lo que piensa él que va a ser el futuro de Girardot.