Es un peligro para los peatones
y conductores de vehículos transitar por la Calle 11 desde de la Plaza de Mercado hasta la Carrera 7ª. el sitio se
encuentra obstaculizado por motos mal parqueadas, vendedores de lichigo y una
serie de artefactos desde equipos de sonido hasta vitrinas de exhibición de
comestibles y parrillas para asar carnes. El sector es un caos sumado a esto la
congestión que forman esta barahúnda con buses, busetas y taxis de servicio
público. Además de la contaminación auditiva que generan los negocios que
encuentran en el ruido que se desprende de equipos de sonido una forma para
comercializar sus productos.
¿Cuando se va a resolver esta
situación? Tal vez cuando alguien le explique
al Alcalde que esta “gestión” también es de su resorte para hacer de
Girardot una ciudad más vivible, más cómoda y adaptada a las exigencias de
convivencia de estos tiempos.
Pero el asunto no para allí,
muchos comerciantes y especialmente propietarios de los llamados Taiwán se
tomaron las zonas peatonales de la ciudad para exhibir allí sus chucherías y
mercancías de toda índole. Y que me dicen de los montallantas en las vías
públicas, talleres de mecánica automotriz y de motocicletas instalados sobre la Carrera 7ª. entre los
Barrios San Antonio y Granada, sectores donde se encuentran ubicadas la mayoría
de las malqueridas Empresas Promotoras de Salud a las que tenemos que acudir
todos los ciudadanos, incluidos mujeres embarazadas, niños, adultos mayores, y
personas discapacitadas. Y porque resulta relevante esta situación? Pues porque las zonas peatonales que deberían
servir para brindar seguridad y comodidad a los peatones, finalmente se
convierten en espacios privados de manejo discrecional de los dueños de los
establecimientos.
El tema es un asunto que se le
salio de las manos al gobierno municipal, porque el Alcalde y sus co-equiperos al
parecer manejan todos los asuntos públicos con la premisa de lo que diga la
opinión pública. Es decir todas sus decisiones las somete no a la discusión del
Concejo Municipal, sino al parecer de grupos de presión local y por esa vía
procede. Lo cual por supuesto impide que se pueda ejecutar ninguna tarea si hay
insatisfechos y todos sabemos que siempre habrá insatisfechos, lo que sugiere
que decisiones tomadas con estas premisas nos hará ver sumergir a la ciudad en
un mar caracterizado por el desorden, la anarquía y el caos.
Hacer “gestión” no es solo
anunciar visitas a los flamantes despachos de ministros de estado y
dependencias de la gobernación, también es resolver los problemas que agobian a
los ciudadanos y que les hace perder la confianza en los gobernantes de turno.
Las ventas de líchigos y otras mercancías se tomaron las principales vías de la
ciudad y hoy forman parte del caos que impera en pleno centro de la ciudad. Es
cierto que la gente necesita trabajar, pero donde el gobierno no ejerce
control, permite que los ciudadanos aprovechen este defecto para imponer sus
condiciones y hacer de la ciudad un mercado persa. ¿Será eso lo que queremos
los girardoteños? Estoy seguro que no.
Es tan notoria la falta de
autoridad que frente al mismo palacio municipal se encuentra un aviso que reza
“PROHIBIDO PARQUEAR MOTOS” y observen cuidadosamente la siguiente fotografía y
verán como los motociclistas hacen caso omiso de la advertencia y Nadie, Nadie
dice nada.
A Diego Escobar le sobra energía
para tratar de convencer a aquellos despistados que todavía creen en sus frases
de cajón. Pero las cosas como van dejan ver una falta de autoridad y de
liderazgo y como si fuera poco una carencia de iniciativa y creatividad en la
forma como se debe resolver la problemática de la ciudad.
Colofón: Y será que el señor Alcalde Escobar no hará la gestión
necesaria para echar a andar el Tren Turístico, que para la ciudad es un
emblema y un sencillo pero muy notorio objeto turístico. Por lo menos que le dé
una limpieza a la vía férrea atestada de escombros y basuras gracias a la falta
absoluta de autoridad de quienes tienen esa responsabilidad.